Hola, Mercedes!!! No, no lo doy vuelta, y respecto a regarlo, no le viene mal, yo si me acuerdo a mitad de cocción lo riego un poco, pero la mayoría de las veces, lo pongo y cuando está hecho lo saco y felices pascuas, está riquísimo, no da trabajo ninguno. Gracias por tus halagadoras palabras. Un abrazo

Gracias, gracias… ¡puro talento innato! Eso, o es que te pillé la receta, pero segurísimo que es lo primero (que la modestia te valga, me diría la Vieja). Tu receta es un hallazgo: creo que si hubiese aprovechado la salsa del pollo (la poquita que quedó) para un pescado o un cordero o un zapato viejo, hubiera quedado igual de fabuloso.
Ahora una pregunta cotilla: ¿cómo hacen los asadores de pollo para que se propague ESE aroma a doscientos metros? Me lo han preguntado mis sobrinos toda la vida y la verdad es que no sé si reaprovechan las grasas requemadas cien veces o qué otro oscuro secreto tienen, pero en ninguna casa sale así. ¡Un beso (y otra vez: muchísimas gracias)!!

Me encanta tu entusiasmo, Alejandra, que bueno que os haya gustado tanto y además que hayas conseguido convertir otra receta con las costillitas, realmente eres una buenísima cocinera, felicidades. Un beso!

Rosa María, con la remodelación, no hemos puesto el apartado de las revistas, como aún estamos con flecos sueltos no sé si la diseñadora lo va a incluir o no. Un besito