Orejas de Carnaval, Orellas de Antroido.
- AROMAS: Si no te gusta el anís, puedes obviarlo, el limón y la naranja ejercerán de aromatizantes.
- Según el tipo de harina que utilices puede ser que necesites añadir una cucharada más, eso lo vas viendo en el amasado, no conviene pasarse pero tampoco queremos una masa que se nos pegue al estirarla. Conviene usar una harina floja, harina de repostería la que usamos para bizcochos (sin levadura).
- NO LLEVA LEVADURA, ni falta que le hace, ya véis la de globos que se forman en la fritura.
- ACEITE: A mí me gusta usar para las frituras aceite de girasol es más ligero y no aporta sabor, si usas de oliva que sea suave. Conviene cambiar el aceite y limpiar la sartén a mitad de fritura.
- Me gusta que las orejas naden a gusto en el aceite durante la fritura, así que las frío de una en una, pero tu ya vas viendo como te salen mejor.
- Es importante encontrar el punto de calor justo del aceite, no debe de estar demasiado caliente o las quemará por fuera y quedarán crudas por dentro. Lo ideal es medir con un termómetro la temperatura de aceite y que esté a 166 o 168º y mantener la temperatura mientras se fríe a 160º. En mi placa de inducción del 1 al 9, mientras estoy friendo la pongo al 7.
- MASA: Puedes guardarla en la nevera envuelta en papel film durante 2 o 3 días y en el congelador hasta 2 meses.
- Es habitual espolvorearlas con azúcar glas, aunque a nosotros nos gusta más con azúcar común, decide tú como te gustan más.
- CONSERVACIÓN: Si te sobran (suelen sobrar) déjalas al aire (si acaso tapadas con un paño o papel vegetal) seguirán crujientes al día siguiente, sin embargo si las guardas en bolsa plástica se humedecerán con el azúcar y no quedarán tan ricas.