Pela los membrillos, retira las semillas y córtalos en cubos. (si lo haces en un robot de cocina como la Thermomix, puedes dejarle la piel)
Pon los membrillos cortados en una olla grande (te resultará más cómoda para revolver) con la vaina de vainilla abierta , los trozos de limón y los palitos de canela.
Añade el azúcar,
Agrega el agua y el coñac.
Revuelve para que se mezcle todo.
Deja macerar un mínimo de tres horas, puede ser toda la noche o 6 horas como fue mi caso, verás como la fruta ha perdido jugos y todo se ha mezclado con el azúcar.
ATENCIÓN: si tienes prisa te puedes saltar este paso y poner la olla directamente al fuego con el azúcar incluso sin revolver, lo he probado y funciona.
Pon a hervir los membrillos a fuego fuerte hasta que tome temperatura, después baja a fuego medio y deja cocer entre 50 y 60 minutos.
Cuando los membrillos comiencen a estar rojos, retira la vaina de vainilla, los 4 trozos de limón y las ramas de canela. Los membrillos han generado gran cantidad de líquido, RETIRA LA MAYOR PARTE DEL LÍQUIDO PARA OTRO RECIPIENTE (no lo tires lo usaremos) y tritura poniendo el brazo de la batidora dentro de la olla y vuelve a poner al fuego durante 20 minutos a fuego medio-bajo. No te alejes, revuelve con una cuchara de madera de cuando en vez, ya casi está. Ten cuidado con la potencia del fuego, debe estar bajito ya que chisporrotea y la mezcla está muy caliente.
La consistencia es de una crema muy espesa, está perfecto.
Rellena recipientes que tengas en casa, mójalos previamente para que se despeguen con facilidad a la hora de desmoldar.