Conviene sacar la carne de la nevera sobre una hora antes de asarla para que recupere temperatura ambiente.
Corta las puntas del solomillo para que quede mejor formado (las puntas las guardas para otra elaboración).
Salpimenta el solomillo de modo generoso y séllalos por todos lados en una sartén o plancha grande con un par de cucharadas de aceite de oliva muy caliente. Retira el solomillo del fuego y reserva. Deja enfriar.
Pica los champiñones, las chalotas y los ajos muy picaditos y sofríe con pizca de sal y pimienta en una sartén con una cucharada de aceite, añade la copa de coñac, apura el fuego o flambea. Apaga el fuego y reserva. Deja enfriar.
Enciende el horno con calor abajo y aire a 220º y coloca la rejilla en la segunda guía del horno contando desde abajo.
Extiende una lámina de hojaldre, espolvorea un poco de harina y estira un poquito con un rodillo de amasar para que esta primera capa de hojaldre quede lo más finita posible.
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Extiende el relleno más o menos sobre lo que ves es el tamaño del solomillo, pones primero la mezcla de champiñones y chalotas.
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Encima colocamos el solomillo con la parte que queremos que quede para arriba, ahora la ponemos para abajo ya que este paquetito lo daremos vuelta.
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Pintamos el hojaldre con huevo batido todo alrededor para que peguen bien las uniones, lo damos vuelta y lo colocamos ya sobre una bandeja de hornear forrada con papel vegetal.
Extendemos otra lámina de hojaldre , con el que cubriremos el paquetito de solomillo, lo cerramos por abajo y pintamos todo con huevo batido.
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Pinchamos la carne con el termómetro e introducimos en el horno hasta que nos avise porque haya llegado a los 60º en el centro de la carne, eso ocurre más o menos entre 35 o 40 minutos. Si te gusta la carne menos hecha, entonces pon el termómetro a 50º.
Retira del horno y deja reposar la carne entre 5 y 10 minutos antes de cortar.
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