Masa
Mezclar la mantequilla a punto de pomada con el azúcar, la sal, las almendras molidas, el huevo y 90 gr. de harina. (este paso se puede hacer en un robot de cocina)
Cuando la preparación esté homogénea, volcarla en un cuenco, le añadimos el resto de harina (270 gr.) y mezclamos con la mano en movimientos rápidos (a fin de que la mantequilla no se ablande en exceso) y hasta conseguir una masa uniforme.
Reservar en la nevera durante una hora envuelta en film transparente.
Recuperamos la masa de la nevera, (quizás debamos dejarla unos minutos a temperatura ambiente para que se vuelva manejable)
Estiramos sobre un papel vegetal , apenas espolvoreado con una pizca de harina, dándole un grosor aproximado de unos 3 mm. (si necesitamos espolvorear por encima, recordad que apenas debe de ser un nada de harina)
En un movimiento rápido damos vuelta con el papel a la masa sobre el molde (previamente enmantequillado).
Cuidadosamente sin manipular mucho la masa, vamos asentando las paredes laterales y finalmente pasamos por los bordes superiores el mismo rodillo para que actúe como cuchillo y elimine el resto de la masa o sencillamente lo cortamos con un cuchillo.
Encendemos el horno a 180º en función ventilador y calor abajo y colocamos la rejilla en la segunda guía del horno comenzando a contar desde abajo.
Regrigeramos el molde con la masa ya colocada durante 30 minutos, de este modo mantendrá su forma cuando la horneemos.
Cubrimos la base con un papel vegetal y rellenamos con legumbres o piedritas de repostería para evitar que durante el horneado la masa se infle.
Horneamos durante 15 minutos, retiramos la bandeja del horno y procedemos a retirar el papel con las legumbres, volvemos a introducir el molde en el horno y hornearemos 8-10 minutos más para asegurarnos que el fondo quede bien doradito y por tanto, bien crujiente.
Retiramos del horno y dejamos enfriar.
Mientras hacemos la crema pastelera.
Pon a hervir en un cazo la leche con la cáscara de limón y la vainilla, cuando alcance el punto de ebullición, apaga el fuego. Si tienes tiempo, tapa el cazo y déjalo unos minutos a infusionar, yo la mayoría de las veces me salto este paso.
Cuela la leche y viértelo otra vez en el cazo, agrega el azúcar.
Incorpora las yemas y la maicena, mezcla bien con varillas y continúa removiendo hasta que espese.
Agrega la mantequilla y mezcla bien.
Vuelca la crema en un bol, cubre con film transparente de tal modo que toque el film con la crema, así evitarás que se forme costra.
Deja enfriar y utiliza.
Montaje
Desmolda la masa quebrada sobre la fuente de servir, está muy crujiente y frágil, así que ten cuidado o puede romperse.
Espolvorea azúcar glas sobre los bordes.
Si la crema está muy espesa y difícil de manipular, mete el brazo de la batidora dentro del bol y tritura, se volverá más manejable.
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Rellena con la crema hasta casi los bordes.
Cubre con la fruta escogida, cuidando la armonía de los colores, antes de colocar cada trozo de fruta, pincélalo con brillo, aunque no es imprescindible, queda mucho más bonito.
Decora con una ramita de hierbabuena.
Sirve