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Cuece los huevos en abundante agua con unas gotitas de vinagre durante 15 minutos contando desde que comiencen a hervir. Escurre el agua y deja enfriar. Pela, parte los huevos a la mitad, vacía la yema para un bol y deja las mitades en una fuente. Reserva.
Chafa las yemas con un tenedor, riega primero con el zumo de limón. Reserva
Sofríe en una sartén con una o dos cucharadas de aceite la chalota y la cebolla bien picaditas, espolvorea sal.
Agrega los langostinos picaditos, mezcla, deja un par de minutos y apaga el fuego.
Agrega las yemas en puré, el bonito desmenuzado y el ketchup, espolvorea sal , pimienta negra de molinillo y mezcla bien.
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Rellena abundantemente los huevos con la mezcla.
Bechamel
Derrite muy despacio la mantequilla en un cazo, sin dejarla burbujear ni tostarse, añade el aceite.
Retira el cazo del fuego y añade la harina. Vuelve a poner el cazo al fuego y revuelve la mezcla durante 2 minutos hasta que quede suave y ligeramente tostada.
Aparta del fuego el cazo que contiene la harina, añade la leche caliente o fría, (da igual), mezcla vigorosamente para evitar grumos y continúa revolviendo.
Cuando la mezcla esté tersa y bien incorporada, vuelve a poner el cazo al fuego y haz que hierva la salsa moviendo continuamente. Salpimenta.
Baja el fuego, y deja cocer durante 5-7 minutos más (revolviendo de cuando en vez) para que la harina termine de cocerse.
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Pon en cada uno de los huevos rellenos 1/2 cucharada sopera de salsa de tomate.
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Cubre abundantemente con la bechamel, espolvorea el queso rallado.
Gratina al horno precalentado a 220º durante unos 5 minutos.
Sirve acompañado de ensalada u otra guarnición de tu gusto.