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Pela y corta en cuadraditos las manzanas y vuélcalas en un cazo u sauté como la que ves. Agrega el azúcar, abre la vaina de vainilla, retira las semillas y pon todo junto a fuego medio entre 30 y 40 minutos. Revuelve de cuando en vez. Esta preparación NO lleva agua, las manzanas soltarán agua suficiente.
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Cuando la manzana esté caramelizada y se haya formado un caramelo oscuro y espeso, tritura.
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El puré tiene un color precioso e ideal, deja enfriar.
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Vuelca el puré de manzana frío en un bol,
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Añade el yogur, el licor (si se lo pones) y ralla un poco de jengibre, mezcla bien.
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Utilizaremos un recipiente adecuado para bajas temperaturas y congelamos.
Podemos utilizar una máquina de hacer helados, sino fuese el caso, las primeras dos horas, revuelve cada media hora para evitar la cristalización.
Dependiendo de la temperatura, conviene que saques el helado del congelador entre 10 y 20 minutos antes de servirlo para que ablande y te resulte más cómodo hacer las bolas.
Asimismo, ten un bol con agua muy caliente e introduce el sacabolas y verás que fácil te resultará introducirlo en el helado congelado.
Una vez que sirvas las bolas en las copas o vasos, decora con rodajas de manzanas, barquillos, pistachos, etc.