Ponemos en la cubeta de la panificadora en primer lugar el agua, la miel, la sal, el aceite y continuamos con las harinas y por último, la levadura y las semillas.

Programo PAN GRANDE y tostado máximo y 3 horas después oiremos un pitido que nos avisa que el pan está listo.

Podemos programar para que el pan esté a una hora determinada, según nuestras necesidades.

Si estás en casa en el momento que termine el programa, retira el pan de la cubeta con cuidado de no quemarte y déjalo enfriar sobre una rejilla.

Pon en un bol todos los ingredientes secos (harinas, sal, queso) haz un hueco en el centro a modo de volcán y añade el agua, el aceite, la miel y la levadura.

Amasa hasta conseguir una masa homogénea.

Guarda la masa en un recipiente aceitado, cubre con film transparente y aguarda a que leve hasta doblar su tamaño.

Recupera la masa, desgasifica levemente amasando un poquito y da al pan la forma que te apetezca (redondo, alargado, etc.)

Enciende el horno a 200º .

Deja el pan con su segundo levado unos 40 minutos, (más o menos) en un lugar abrigado.

Hornea el pan hasta que esté doradito y tenga una suela que al golpearla con los nudillos suene hueca.

Retira y deja enfriar sobre una rejilla.

Sirve.