Esta receta la puedes hacer a mano o con un robot de cocina, tu eliges.

Mezcla con unas varillas la leche, la sal, los huevos, la ralladura de naranja y el azúcar. Reserva.

Pesa la harina y añade la levadura desmenuzada con la punta de los dedos, agrega la mantequilla y mézclala hasta que forme migas.

Comienza a añadir los líquidos y forma una masa.

Vuelca la masa en superficie de trabajo ligeramente espolvoreada de harina y con todo el entusiasmo del mundo, amasa hasta que esté bien ligado todo.

Esta masa se pega a las manos con solo mirarla, no olvides que tiene huevos, mantequilla, leche y todo ello dará como resultado un pan exquisito pero una masa complicada de trabajar a mano. Pero no desesperes, la fórmula mágica tanto en amasadora como manualmente son amasados de 7-8 minutos y períodos de reposo de 10, una vez que repitas esta operación 3-4 veces, la masa estará lista para los levados. Embadúrnate las manos con aceite pero evita añadir harina a la hora de amasar, bueno, un poquito puedes, pero no te dejes llevar o le pondrás más de la que lleva la receta y el pan quedará como un ladrillo.

Forma una bola, aceita un cuenco vuelca la masa y deja reposar como mínimo una hora o hasta que haya casi doblado su tamaño. El tiempo es relativo, depende de la época del año, de la temperatura de tu cocina, etc. Yo utilicé "mi truco", puse un vaso de agua en el microondas, lo dejé hervir y que generara vapor, y a continuación puse el cuenco con la masa cubierto de film transparente y la tuve una hora y cuarto, estaba perfecta.

Vuelca la masa sobre la superficie de trabajo ligeramente enharinada, se pega horrible, no caigas en la tentación de ponerle medio kilo más de harina, créeme si te digo que no es necesario.

Amasa un poquito, apenas nada y así a ojo, corta la masa en tres trozos (si quieres ser más exacta puedes pesarla) y distribuyelos a lo largo del molde (previamente aceitado), cubre con un paño de lino o film transparente y déjalo levar durante tres horas en un lugar abrigado.

Enciende el horno a 210º (si tiene función VAPOR, mejor) o pon en la parte baja del horno una fuente con un vaso de agua para que lo genere.

Antes de introducir el pan en el horno, pincela con huevo batido y con la ayuda de unas tijeras sostenidas formando un ángulo de 45º sobre la superficie del pan, realiza unos cortes a lo largo del centro del pan, no te preocupes de ser muy precisa, casi no se notarán después del horneado.

Hornea a la temperatura indicada los primeros seis minutos, baja la temperatura a 185º, cambia la función a ventilador y retira la fuente de agua.

Hornea 40 minutos, pero es muy IMPORTANTE que a mitad de cocción compruebes como está la superficie de tostada, yo tuve que taparla con papel de aluminio para que no se quemara.

Cuando esté horneado, retira, deja reposar diez minutos y desmolda sobre una rejilla.

Deja enfriar totalmente y si quieres puedes cortarlo en rebanadas con un cuchillo eléctrico o de sierra.