Si no te gusta el anís, puedes obviarlo, el limón ejercerá de aromatizante.
Según el tipo de harina que utilices puede ser que necesites añadir una cucharada más, eso lo vas viendo en el amasado, no conviene pasarse pero tampoco queremos una masa que se nos pegue al estirarla.
Me gusta que las orejas naden a gusto en el aceite durante la fritura, así que las frío de una en una, pero tu ya vas viendo como te salen mejor.
- Es importante encontrar el punto de calor justo del aceite, no debe de estar demasiado caliente o las quemará por fuera y quedarán crudas por dentro. Lo ideal es medir con un termómetro la temperatura de aceite y que esté a 166 o 168º y mantener la temperatura mientras se fríe a 160º. En mi placa de inducción del 1 al 9, mientras estoy friendo la pongo al 7.
Es habitual espolvorearlas con azúcar glas, aunque a nosotros nos gusta más con azúcar común, decide tú como te gustan más.