Vierte un chorrito de aceite en la olla y rehoga la cebolla, los pimientos y los dientes de ajo bien picaditos. Espolvorea sal y deja hasta que esté transparente.
Incorpora el tomate pelado y picado, un manojito de hierbas aromáticas, 1 cucharada de carne de pimiento choricero, 200 ml de caldo, salpimenta y cierra la olla, cuenta 7 minutos desde que suba la válvula. (15 minutos en olla tradicional)
Baja la presión de la olla debajo del grifo, abre la olla que se verá así:
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(Este es el momento para que decidas si prefieres triturar la salsa porque te guste más así o porque tengas niños que no quieran encontrarse trocitos de cebolla o pimientos.)
Retira las hierbas aromáticas si las has puesto en ramillete.
Monda las patatas y córtalas en 4. Conviene "cascar" las patatas, es decir, cortas con el cuchillo la patata hasta la mitad y con un movimiento brusco de muñeca rompes la siguiente mitad. De este modo la patata soltará almidón y espesará la salsa. Espolvorea sal y añade el resto del caldo.
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Cierra la olla, espera a que suba la válvula y cuenta 8 minutos (en olla tradicional 13 minutos), apaga el fuego.
Vuelve a bajar la presión de la olla debajo del grifo, añade los guisantes y cuando suba la válvula, cuenta 2 minutos (en olla tradicional, 7 minutos). Apaga el fuego.
Reduce la presión una vez más debajo del grifo, abre la olla y ponla al fuego, espolvorea sal antes al salmón y colócalo con cuidado en la olla por toda la superficie, remueve el conjunto haciendo movimientos de vaivén para evitar romper las patatas o el salmón.
En cuanto veas que el guiso toma temperatura y comienza a hervir, apaga el fuego, cierra la olla con la tapa y deja reposar entre 5 y 10 minutos antes de servir.
El salmón se hará con el calor de la olla, necesita menos que segundos, procura no pasarte en la cocción, el pescado necesita apenas un aliento para estar en su punto y si no se tiene cuidado se corre grave riesgo de estropearlo por exceso de cocción.