Estos deliciosos pastelitos combinan una base crujiente de hojaldre con un relleno cremoso y ligeramente caramelizado. Se sirven tradicionalmente espolvoreados con azúcar glas y canela, y son el acompañamiento perfecto para un café o un té.Si quieres aprender a hacerlos en casa, siguiendo la tradicional receta portuguesa, ésta es tu receta.
Desplegar la lámina de hojaldre y enrollar bien apretadito, volver a envolver con el mismo papel que traía y refrigerar hasta usar
Poner en un cazo al fuego los ingredientes del almíbar y cuando tome punto de ebullición, dejar hervir 2 o 3 minutos y apagar el fuego.
Poner en otro cazo la leche con la harina de trigo y la maicena, mezclar bien con varillas y llevar a fuego medio-bajo revolviendo sin parar hasta que espese, apagar el fuego, añadir el almíbar en hilo y mezclar sin parar hasta conseguir que se integre.Con el cazo fuera del fuego, agregar las yemas, integrar y reservar.
Recuperar la lámina de hojaldre de la nevera y cortarla en trozos de unos 2 o 2.5 cm de ancho. Poner esos trozos de modo vertical en cada molde y con ambos dedos pulgares estirar la masa hasta que cubra el pequeño molde metálico.
Colocar todos los moldes cubiertos de la masa hojaldrada en una bandeja de hornear, rellenar con la mezcla líquida preparada y hornear en horno precalentado a 240º C calor abajo y arriba durante 20 minutos aprox
Frabiconsejos
Los pasteles de nata están en estado óptimo de degustación el día de su elaboración, al día siguiente el hojaldre se humedece un poco.
Conviene refrigerarlos si no se consumen el mismo día ya que contienen huevo y si es verano pueden estropearse.