Las cremas de verduras son ligeras, reconfortantes y, lo mejor de todo, nos ayudan a incorporar vegetales que a veces pasaríamos por alto. Porque ya se sabe: todo va triturado y... ojos que no ven, corazón que se alimenta.La crema de calabacín y cogollos es, sin duda, una de mis favoritas. Su sabor suave y delicado la convierte en una receta versátil que preparo durante todo el año. Da igual que haga calor o frío: es deliciosa tanto servida caliente como bien fresquita. Una auténtica crema multiusos que siempre apetece.
Sal y pimienta negra, Aceite de oliva virgen extra
para decorar
semjillas de sésamo, yogur natural griego, albahaca fresca, aceite de oliva
Elaboración paso a paso
Pelar el boniato y cortarlo en pequeños cubos y los puerros picaditos en rodajas, rehogar en una olla con un poco de aceite caliente al fuego.Salpimentar.
Añadir los calabacines (se les puede dejar toda la piel o semipelarlos como hago yo porque la piel amarga un poco el resultado final) cortados en trozos.
Agregar agua hasta que casi cubra y cocinar hasta que todo esté tierno (unos 20 minutos)
Cuando se haya cocinado todo, apagar el fuego, añadir los cogollos cortados, la manzana pelada y cortada en pequeños trozos, el yogur y meter el brazo de la batidora en la olla y triturar.
Rectificar de sal, pasar a una sopera (si es que se va a llevar a la mesa), servir en un plato hondo, decorar con una cucharadita de yogur natura, espolvorear semillas de sésamo y regar con un fino hilo de aceite de oliva.
disfrutar
Frabiconsejos
Se puede añadir más agua si gusta que la textura resulte más líquida.
Consérvala en la nevera en un tupeer hasta 5 días.