Mezcla en un bol todos los ingredientes de las albóndigas, mézclalos bien y deja macerar durante un mínimo de 1/2 hora.
Forma las albóndigas, para que resulten todas de tamaño similar, yo utilizo un sacabolas de helado.
Pasa las albóndigas por harina y fríelas ligeramente de tal modo que queden doraditas, pásalas a papel absorbente para que eliminen el exceso de aceite y después a una fuente. Reserva.
Salsa
Pon en una olla baja 2 o 3 cucharadas de aceite y sofríe la cebolla y los dientes de ajos muy picaditos.
Cuando esté transparente, haz un hueco en el centro y añade la cúrcuma, el jengibre y el comino, deja tostar las especias para potenciar su sabor.
Agrega la salsa de tomate, el caldo, la guindilla (si la pones recuerda retirarla al final de la cocción), salpimenta, mezcla y deja cocinar a fuego medio hasta que una vez tomado punto de ebullición, cuentes 6 minutos.
Agrega las albóndigas (con cuidado de no romperlas), vuelve a esperar que tomen punto de ebullición y cuenta 12 minutos. Revuelve de cuando en vez moviendo la olla sobre la placa con movimiento de vaivén (así evitarás romper las albóndigas)
Agrega el yogur, mezcla con movimiento de vaivén, deja que vuelva a tomar punto de ebullición, baja el fuego, deja 5 minutos.
Rectifica de sal y apaga.
Corta el aguacate en pequeños cubos y rocía con zumo de limón para evitar que se oxide.
distribuye el aguacate sobre las albóndigas
Sirve con arroz blanco de guarnición y espolvorea el cilantro picadito.
Frabiconsejos
¿Te han sobrado? congela un tupper, verás que alegría cuando dentro de un par de semanas te las encuentres en el congelador.