Enciende el horno a 175º calor arriba y abajo y rejilla en la segunda guía del horno comenzando a contar desde abajo.

Tritura los plátanos. Reserva.

Tamiza la harina de castañas con el cacao, la pizca de sal y el bicarbonato

Mezcla a varillas (manuales o eléctricas) el azúcar con los huevos durante 5-7 minutos.

Añade el aceite e integra.

Incorpora el puré de plátano y mezcla.

Añade los ingredientes secos en tres tandas no incorporando la siguiente hasta que la anterior no se hubiese integrado.

Engrasa los moldes, vierte la mezcla repartiendo de un modo más o menos igual entre los 3 moldes. Para ello puedes ir poniendo la mezcla en 1 cucharón que nos sirva de medida.

Horneamos durante 20-25 minutos o hasta que pinchando con un palillo salga limpio.

Desmoldamos sobre una rejilla y dejamos enfriar.

Tuesta las almendras laminadas en una sartén sin aceite, revuelve sin parar porque en cuanto la sartén tome temperatura se tuestan rapidamente y hay riesgo de que se quemen. Reserva.

Ganache: Vierte en un cazo la nata y la miel, lleva a ebullición, revuelve un poco para que se mezcle bien, apaga el fuego, añade el chocolate picado, aguarda 3 minutos y con unas mini varillas o un tenedor, revuelve hasta integrar bien todo, añade la cucharadita de aceite de oliva (le dará brillo) y continúa mezclando hasta obtener una mezcla homogénea y brillante. Reserva.

Coloca en la fuente de servir los bizcochos uno a uno y ve rellenando con el dulce de leche. Guarda un poco de dulce de leche para pasar todo alrededor con una espátula y así poder pegar la almendra laminada y tostada.

Vierte el ganache de chocolate sobre la superficie, alisa con una espátula y aproxima al borde en distintos puntos del círculo para que caiga un poco el chocolate haciendo pequeños chorretones.

Decora con las grageas de colores u otros chuches que prefieras, coloca el nido y decora a tu gusto.