Tamiza la harina con la pizca de sal y la levadura. Reserva.
Monta con varillas (mejor eléctricas) los huevos, el azúcar y la vainilla hasta que doblen su volumen (unos 4 o 5 minutos)
Agrega la nata y continúa batiendo.
Incorpora el aceite y sigue mezclando.
Agrega la hatina tamizada con la levadura y la sal en dos tandas, primero la mitad y mezclando con cierta suavidad y una vez integrada, añadimos el resto y mezclamos con mimo.
Guarda la masa en un tupper, cierra con tapa o cubre con film y refrigera un mínimo de 1 HORA (o toda la noche)
Horneado.
Enciende el horno con calor arriba y abajo a 250º con calor arriba y abajo y la rejilla en la guía central del horno
Una vez que el horno haya alcanzado la temperatura indicada, coloca los moldes en la bandeja de madalenas, recupera la masa de la nevera y rellena casi hasta el borde.
Introduce la bandeja en el horno, y baja la temperatura a 210º durante unos 30 minutos o hasta que pinchando con una brocheta salga limpia, si saliese húmeda, déjala unos minutos más.
Finalizado el horneado, retira la masa madalenas para una rejilla y deja enfriar.
Terminación: Vierte en un cazo (también puedes hacer este paso en el microondas) la miel con la nata, lleva a ebullición, apaga el fuego, agrega el chocolate picado, aguarda 2 o 3 minutos y mezcla bien hasta formar una cremita. Ayúdate de una cucharita para verter en la superficie de las madalenas un poquito de chocolate, espolvorea unos chips de chocolate.
Sirve.