Mezcla en un cuenco la mantequilla a punto de pomada, la pizca de sal, el azúcar glas, la harina de almendras, el huevo ligeramente batido, la vainilla y 90 g de harina.
Cuando la mezcla esté homogénea, añade los 270 g de harina restantes y mezcla.
Forma una bola, envuelvela en film transparente y deja reposar media hora en la nevera.
Recupera la masa, corta la mitad, amasa ligeramente para que con el calor de las manos se vuelva más manejable, estira con un rodillo hasta obtener un grosor de unos 3 mm aproximadamente.
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Ahora deberás hacer circulos pares y a uno de ellos deberás de aplicarle el cortador de corazón.
Los corazones los puedes volver a amasar o hornearlos aparte.
Coloca las galletas en una bandeja de horno ligeramente enmantequillada. (Mi bandeja no se pega nada, así que no necesito ponerle mantequilla, comprueba como va la tuya)
Hornea las galletas en horno a 170º con calor arriba-abajo y coloca la rejilla en la segunda guía contando desde abajo, hornea entre 10 y 12 minutos. Vigila atentamente tu horno. Cuando el extremo de las galletas comience a tomar color, estarán listas.
Deberás hornear unas 3 bandejas de galletas, así que deben ir al horno por tandas.
Cuando las galletas estén horneadas, pásalas rapidamente y con mucho cuidado (cuando están calientes son más frágiles y se rompen con facilidad) a una rejilla para que enfríen totalmente.
Una vez frías, untamos con mermelada las galletas redondas que están enteras, reservamos.
Ponemos las galletas cuyo interior hemos cortado en forma de corazón y las espolvoreamos con azúcar glas.
Formamos las parejas y colocamos las galletas que acabamos espolvorear con azúcar glas encima de la galleta entera untada con mermelada de frutos rojos.
Sirve.