Encendemos el horno a 180º para que se precaliente.
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Pide a tu carnicero un costillar de cordero y que lo prepare para asar en corona, para ello deberá limpiar los huesos de las costillas y que estos queden a la vista.
En este momento, salpimentas la carne por un lado y por el otro.
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Si lo das vuelta, la parte de abajo quedará como con una especie de falta que deberás enrollar sobre si misma antes de formar la corona.
Una vez plegada la carne sobre si misma, formas la corona en redondo y deberás atarla para que conserve la forma durante el horneado.
Coloca la carne en una bandeja de hornear, embadúrnala con pegotes de grasa de cerdo y colócale unas cuantas ramitas de romero y tomillo.
Para preservar los huesitos del calor del horno y así evitar que se quemen, forramos cada uno con papel de aluminio y reservamos hasta el momento de hornear. Reserva
Pelamos, lavamos y secamos las patatas, las ponemos en una bandeja de hornear, salpimentamos, añadimos tomillo, aceite y horneamos durante una hora con la rejilla en la mitad de las guías del horno.
Pasada una hora, ponemos la bandeja del cordero y dejamos que continúe el horneado de todo junto (patatas y cordero). Ahora TENEMOS LAS DOS BANDEJAS EN EL HORNO (cordero y patatas).
Normalmente, en media hora estará hecho el cordero y las patatas también estarán listas. En total las patatas estarán una hora y media y el cordero unos 30 minutos o alguno más, dependiendo de tu horno.
Mezclamos los ingredientes del aliño y durante el proceso del horneado del cordero, cada 10 minutos lo pintamos generosamente con el aliño para en el último momento terminamos de ponérselo todo por encima, no sólo le dará un color precioso, también un sabor exquisito.