Enciende el horno para que se precaliente a 180º, calor arriba-abajo y coloca la rejilla en la segunda guía comenzando a contar desde abajo.
Engrasa el molde. Reserva
Trocea las ciruelas pasas, retira el hueso si lo tuviesen e hidrata con un poquito de agua o coñac mientras continúas la preparación.
Mezcla la mantequilla con el azúcar blanco y moreno y el queso crema con varillas eléctricas durante 3 o 4 minutos, tiene que formarse una mezcla blanquecina.
Agrega los huevos de a dos, no añadiendo los siguientes hasta que los anteriores no se hayan integrado perfectamente.
Baja la velocidad de las varillas eléctricas al 1 (o incorpórala manualmente) y incorpora la harina tamizada con la levadura y la añades en 3 tandas, mezclando con suavidad de cada vez antes de agregar la siguiente.
Por último y con una lengua de silicona, añade los arándanos frescos y las ciruelas pasas (escurridas del coñac o del agua), mezcla con suavidad.
Vierte la mezcla en el molde, ayúdate de una espátula para alisar la superficie, coloca un paño o una tabla de cocina en la encimera y sobre lo que hayas puesto, golpea un par de veces con moderación pero con cierta energía el molde para que la masa asiente bien.
Hornea a 180º durante 20 minutos, después baja la temperatura a 170º y hornea 35 minutos más.
Pincha con una brocheta en el centro del bizcocho y comprueba que salga limpia o deja unos minutos más.
Finalizada la cocción, retira el bizcocho del horno, aguarda 10 minutos a que se enfríe un poco y desmolda sobre una rejilla para enfríe totalmente.
Glaseado
Pon en un cuenco la nata y el chocolate troceado y calienta en el microondas a 600W en fracciones de 30 segundos revolviendo de cada vez y con mucho cuidado porque el chocolate blanco es muy delicado y se puede quemar. Finalmente tendrás una cremita uniforme con la que glasearás el bizcocho cuando esté frío.
Sirve.