Si el carnicero no lo ha hecho por ti, corta la carne en pequeños trozos.
Pon una olla al fuego, un chorro de aceite y cuando esté caliente, dora la carne, unas vueltas y lista, pásala a una fuente (no le pongas sal).
En la misma olla, si fuese necesario le pones un poco más de aceite, añade la cebolla y el ajo picado muy menudito, espolvorea sal, deja unos minutitos para que se dore ligeramente. Es el momento de añadir la guindilla si quieres, recuerda que al final de la cocción debes retirarla, yo me olvidé y alguien se acordó de mí :(
Añade los pimientos en tiras, puedes cortarlos del modo que quieras, a mí me ha gustado dejarlos así porque tienen un colorido tan bonito que le da vida al guiso. Revuelve, deja un par de minutos.
Añade la cerveza.
Agrega el tomate, añade el azúcar para paliar la acidez del tomate, las hierbas aromáticas, sal y pimienta negra, añade la carne en cuanto el conjunto comience a hervir, baja el fuego, pon la tapa a la olla y deja 15 minutos a que vaya tomando cuerpo esta rica salsa.
Probamos como va de sal y añadimos las patatas espolvoreamos sal y pimienta negra, tapamos la olla y dejamos a fuego medio durante apróximadamente 25 minutos.
Comprobamos que todo está en su punto, la carne, las patatas y la salsa, rectificamos de sal y servimos.