Pon agua a hervir en una olla con sal, un trozo de grasa de jamón o similar o un chorro de aceite, esta verdura queda más rica si se cuece con algo de grasa. Deja cocer hasta que esté tierna, entre 5 y 8 minutos suele resultar suficiente. Escurre y dispónlos sobre una fuente. Reserva.
Pon en una sartén, 3 cucharadas de aceite de oliva y dora los ajos laminados, cuando estén dorados, apaga el fuego y vierte sobre los grelos. Reserva.
Abre los filetes, aplástalos ligeramente con un mazo para aplastar carne, espolvorea sal y pimienta, coloca un poco de chicharrones en la parte central (puedes desmenuzarlos un poco para extenderlos mejor) y una loncha de queso.
Cierra el filete, pásalo por harina, huevo y pan rallado. Presiona ligeramente el pan rallado para que se forme corteza. Repite lo mismo con el otro filete.
Fríe en abundante aceite a una temperatura alta, unos 175º.
Sirve los grelos (pueden estar calientes o fríos) y los filetes calientes.