Si añades unas chalotas la guarnición ganará enteros.
Si te gusta el pimiento rojo asado lo puedes poner al tiempo que las patatas y lo vigilas para retirarlo un poco antes, lo dejas templar y le retiras la piel, sale fácil y queda riquísimo para acompañar las patatas.
Si no te gusta el picante, prescinde de la guindilla, aunque una pizquita le da un toque de alegría.