Con un cuchillo afilado abre el solomillo como un libro y salpimienta.
Pica las ciruelas, los orejones (también puedes ponerlos enteros y rellena el solomillo con la mezcla.
Envuelve la carne como si fuese un rollo y ata con hilo de cocina, no tiene que ser algo especial, simplemente que el hilo sujete la carne. Salpimienta por fuera.
Dora el solomillo con un chorrito de aceite en una plancha a fuego fuerte.
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Una vez dorados pasalos a una bandeja apta para horno, yo utilicé la misma que también sirve para horno.
Vierte el vino en la plancha o sartén en la que has dorado el solomillo y dale un hervor (desglasar). Añade el jugo resultante a la carne y hornea a 200ºC, durante unos 10 minutos.
Deja reposar la carne entre 3 y 4 minutos para que asienten los jugos antes de cortar.
Guarnición.
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Corta cada manzana en 2 rodajas (retirando la parte superior e inferior) y dora en una sartén o plancha con un poco de mantequilla (echale también un chorrito de aceite de oliva para evitar que se queme la mantequilla).
Cocina a fuego suave hasta que estén tiernas y mantén caliente.
Emplatado
Vierte el jugo que quedó en la fuente del horno a una sartén y redúcela a fuego fuerte hasta que quede a punto de jarabe.
Retira el hilo de cocina de la carne, y cortalo en rodajas sesgadas.
Sirve con las manzanas, la carne con un poquito de su propia salsa y una cucharada de mermelada de tomate.
Acompaña con unas hojitas verdes de alguna hierba aromática.