Enciende el horno a 175º para que se precaliente mientras preparas la masa del bizcocho

Mezcla con varillas manuales o eléctricas, los huevos, la vainilla y el azúcar hasta que blanqueen (unos 5 minutos)

Añade el yogur, mezcla e incorpora la mantequilla, continúa batiendo hasta conseguir que se integre bien.

Incorpora la harina tamizada con la levadura (mejor en tandas de 3 veces, no incorporando la siguiente hasta que la anterior se haya mezclado) y mezcla hasta integrar. Este paso debes de darlo con el robot a baja velocidad o manualmente con movimientos envolventes para evitar que la masa pierda aire.

Enmantequilla el molde, espolvorea un poco de harina y agita el molde para un lado y otro para que la harina llegue a todos los rinconcitos, por último voltea sobre la pileta para eliminar la sobrante.

De la masa que has preparado separa en cinco vasitos dos cucharadas soperas de masa en cada uno de ellos, reserva el resto.

Colorea la masa de los vasitos con distintos colorantes alimentarios, mezcla bien hasta igualar el color y rellena el molde de los pop cakes.

Hornea 10-12 minutos, desmolda y deja enfriar sobre una rejilla.

Continuamos con la tarta principal...

Vierte un tercio de la masa en el molde, reparte por encima 4 pop cakes de colores, vuelve a poner otro tercio de masa , coloca más pop cakes de colores y cubre con el resto de la masa.

Alisa la superficie con una espátula, o golpea levemente el molde sobre la encimera para que asiente bien.

Hornea durante 45 minutos o hasta que al pinchar con un palillo, salga limpio, si sale húmedo deberás dejarlo unos minutos más.

Cuando el bizcocho esté listo, déjalo dentro del horno con este apagado unos diez minutos, después desmolda sobre una rejilla hasta que enfríe totalmente.

Pon a cocer todos los ingredientes del almíbar, deja hervir durante unos minutos hasta que espese levemente.

Si el bizcocho ya ha enfríado, puedes pintarlo con el almíbar ayudándote de un pincel de cocina, como no lleva relleno, nos aseguramos de humedecerlo bien con el almíbar para que quede jugoso.

Ponemos la mantequilla en pomada en un bol y comenzamos a añadir el azúcar glas, la añadimos en 3 tandas, esperamos a que la primera tanda de azúcar se asimile totalmente con la mantequilla antes de añadir la siguiente. Agregamos la vainilla y la leche.

Separamos el buttercream en dos recipientes, en uno de ellos pondremos un poco más de la mitad y lo colorearemos de verde, en el otro recipiente, en el que hemos puesto menos cantidad lo colorearemos de negro para que simule el pelo de nuestra tarta monstruo.

Ponemos la tarta sobre una superficie que nos permita trabajar en ella con comodidad.

Con un cuchillo recortamos un trozo que nos permita simular la boca de nuestro monstruo y poner los dientes.

Cubrimos todo el lateral de la tarta con el buttercream de color verde, nos ayudamos de una espátula y lo alisamos lo mejor posible.

Ponemos un poquito de buttercream verde en el hueco de la boca para que nos ayude a que se queden pegado los dientes que no son otra cosa que almendras recubiertas.

Ponemos una lengua roja de gominola y un regaliz rojo simulando la boca.

Rellenamos con el buttercream negro una manga pastelera desechable con una boquilla especial WILTON 233 para simular pelo,

Con paciencia vamos cubriendo la superficie de la tarta con estos chorretes negros de pelo. No tiene que quedar perfecto, buscamos asustar (un poquito, solo).

En la superficie de la cabeza pondremos los ojos, son dos bolas de nubes y un copito negro de regaliz que pegué con un puntito de buttercream negro.

Pasamos la tarta a una fuente de servir.

Y listo, a disfrutar y sorprender.