Con una pinza (puede ser una vieja de depilar que ya no uses) retira las espinas de los lomos de salmón, son grandes, no te preocupes, las descubrirás al tacto, son fáciles de sacar.
-
Busca una tartera en la que quepan los lomos, espolvorea 6 cucharadas de sal, coloca encima los lomos de salmón con la piel hacia abajo, espolvorea 3 cucharadas de sal y 3 de azúcar moreno, un poco de eneldo cortado a tijera.
-
Ralla la remolacha y cubre con ella, riega con el zumo de naranja, espolvorea la ralladura, tapa con film transparente y coloca encima algo pesado, yo utilicécomo por ejemplo dos bricks de leche (llenos).
Refrigera durante cuarenta y ocho horas.
Pasado el tiempo, recupera tu tartera de la nevera, retira los lomos y pásalos brevemente por el grifo con agua fría. Sécalos con papel absorbente y pincela con aceite de oliva.
-
Coloca los lomos en una tabla de cocina y con un cuchillo afilado retira la piel, no es difícil porque la piel se habrá endurecido por efecto de la sal.
Corta el salmón en finas láminas. Para que se pueda cortar al bies que es como más bonito queda, la primera loncha habrás de desecharla (la podrás utilizar después en otra elaboración.
Listo para consumir.