- Vierte la harina, el azúcar, la sal, la leche en polvo y la levadura en un gran recipiente, mezcla ligeramente, añade el huevo y el agua y amasa todo a mano o con amasadora

- La masa ha de quedar homogénea, añade la mantequilla ablandada y sigue mezclando .

- Amasa hasta obtener una masa elástica y homogénea. Refrigera en la nevera envuelta en papel film durante una hora y media.

- Extiende la masa en la superficie de trabajo con el rodillo hasta obtener una forma rectangular bastante larga.

- Estira la mantequilla entre papel film. Golpea energicamente con el rodillo de amasar hasta que quede estirada y después suavemente hasta formar un rectángulo.

- Coloca la mantequilla sobre la masa estirada.

- Levanta los cuatro extremos de la masa con la mano y dóblalos sobre la mantequilla, presiona con los dedos los bordes.

- Estira la masa a lo largo hasta darle un grosor de 7 mm apróx.

- Pliega la parte inferior a la altura de dos tercios de la masa y dobla después la parte superior en contacto con el extremo de la inferior.

Refrigera durante una hora en la nevera.

- Extiende la masa en un rectángulo de grosor mínimo y utiliza para tu elaboración