Mezclar con varillas manuales o eléctricas la mantequilla y el azúcar entre 3 y 5 minutos.

Añadir primero un huevo, mezclar y después el otro.

Agregar la vainilla

Incorporar la harina tamizada con la levadura y la sal en pequeñas cantidades, no agregando la siguiente hasta que la anterior se haya integrado totalmente.

Encendemos el horno a 175º para que se precaliente.

Cargamos la pistola con la masa y ponemos el molde que nos guste en la boquilla.

Utilizaremos la bandeja del horno sin papel y sin engrasar ya que estas galletas tienen mucha mantequilla y no se pegarán.

Apoyamos la pistola de modo vertical sobre la bandeja, apretamos enérgicamente el gatillo de la pistola y levantamos inmediatamente de un golpe seco, repetimos la operación hasta acabar.

De cada vez que terminamos con la masa de la pistola, cuando volvamos a cargarla podremos cambiar la boquilla para así tener pastas de diferente modelo.

Horneamos durante 9 minutos o hasta que las veamos ligeramente doraditas.

A medida que vayamos sacando las pastas del horno las pasamos a una rejilla hasta que enfríen.

Calentamos la nata en un cazo hasta llegar a ebullición, apagamos el fuego y añadimos el chocolate troceado, mezclamos con unas varillas y mojamos las galletas que queramos en el chocolate y las ponemos en una rejilla hasta que el chocolate se haya enfriado y solidificado.