Pela las manzanas y córtalas en láminas no muy gruesas, rocíalas con el zumo de limón para evitar que oxiden.
Enciende el horno a 180º.
Separa las yemas de las claras y bate estas últimas a punto de nieve y reserva.
Mezcla el azúcar con la mantequilla, incorpora una a una las yemas y el Brandy
Agrega poco a poco la harina tamizada con la sal y la levadura.
Añade las nueces.
Incorpora por último las claras a punto de nieve con movimientos envolventes hasta obtener una masa homogénea.
Enmanteca el molde, espolvorea media cucharada de harina, sacúdelo para que impregne todo el interior y dalo vuelta para que suelte el resto.
Vierte la masa en el molde y cubre con las manzanas.
Hornea a 180º entre 40 y 50 minutos. Comprueba el punto de cocción pinchando con un palillo o brocheta.
Retira del horno, deja templar unos diez minutos y desmolda sobre una rejilla para que enfríe totalmente.
Pinta con mermelada de albaricoque.