Conviene cortar las rebanadas del brioche el día anterior o dos días antes para que "sequen" un poco. De todas formas, este brioche que he hecho yo misma y que os he enlazado la receta, tiene una miga muy consistente y no rompe facilmente. Yo las corté la noche anterior y tienen un grosor de unos 2 cm.
Ponemos un cazo al fuego con todos los ingredientes de la leche infusionada, y cuando tome punto de ebullición, bajamos la placa a un 2 y la dejamos unos 5 minutos para que infusione, no apagamos porque queremos que se mantenga bien caliente para que empape mejor. Colamos la leche.
Disponemos las rebanadas del brioche en una bandeja y vamos empapando con la leche bien caliente. Probablemente nos sobre leche en este momento, no importa, dentro de un cuarto de hora el pan la habrá absorbido toda y podemos bañar con el resto.
Batir bien los huevos con 1 cucharada de leche, cuando estén bien batidos, pasarlos a un tupper o bandeja honda en la que entren bien holgadas las torrijas.
Ponemos la sartén al fuego con dos dedos de aceite y calentar (sin que humee) en mi placa que va del 1 al 9, las he frito en el 7.
Pasar las torrijas de la fuente en las que las tenemos empapadas en leche, al tupper del huevo batido, hay que hacerlo con cuidado para evitar que se rompan, para ello nos ayudamos de alguna espátula de cocina.
Una vez pasadas por huevo de un lado y del otro, directamente a la sartén y estamos muy atentos a conseguir un bonito color dorado sin que se quemen y las vamos pasando aun escurridor forrado de papel absorbente para eliminar todo exceso de aceite.
Durante la fritura se van generando hilos de huevo en el aceite que se van quemando, así que conviene retirarlos con un colador y si fuese necesario, añadimos más aceite.Freímos todas las torrijas y las pasamos a una fuente de servir.