Esterilizar los frascos con agua hirviendo durante 10 minutos y poner a escurrir.

Dar un pequeño corte en alguna parte de las castañas (a fin que durante la cocción no exploten), no tiene que ser un corte preciso con que se haga una pequeña incisión es suficiente.

Cubrir las castañas con agua y ponerlas al fuego. Dejarlas hervir unos 30 minutos, no estarán totalmente tiernas aún pero no importa, las coceremos más tiempo después.

Ahora toca pelarlas, es engorroso, pero no hay modo de saltarse este paso. Para que se puedan pelar con cierta facilidad, hay que pelarlas con el agua caliente, así que no se deben sacar de la olla y si en algún momento el agua se enfría, conviene calentarla un poco más. Después de pelar la piel externa, aún más molesto es pelar la piel pegada a la castaña, pero tampoco se puede obviar este paso, así que no queda otra que armarse de paciencia. Cuando estemos pelando no ha de importar si se nos rompen porque no olvidemos que su fin último será una crema.

Una vez hemos pelado todas las castañas, las reservamos.

y añadimos las castañas, ahora dejaremos cocer a fuego medio unos 35 minutos o más si vemos que hace falta, queremos que las castañas estén bien tiernas.

Añadimos el Ron (opcional) y trituramos metiendo el brazo de la batidora en la olla, vamos poco a poco, si vemos que nos queda muy espesa, podemos añadir un poco más del agua de cocerlas que habíamos reservado.

La textura es un poco a gusto, pero tiene que tener consistencia como para untar.

Finalizado el proceso, rellenamos los frascos y los hervimos para que queden sellados al vacío y lo hacemos como expliqué AQUÍ.

También puedes conservarla en la nevera por más de un año porque el azúcar es un conservante natural fantástico.