Adobo: Pica bien menudo el perejil y los ajos, agrega el resto de los ingredientes y mezcla bien, añade la sal fina y deja macerar un mínimo de media hora (mejor desde el día anterior).
Espolvorea sal gruesa a todo el cochinillo, pero sobre todo por la parte de dentro.
A continuación, embadurna la parte de dentro, donde se ve la carne con bastante adobo (chimichurri). Lo ideal es dejarlo adobado unas horas antes de asarlo.
Enciende el horno con calor arriba y abajo a 130º e introduce la bandeja del cochinillo (el cochinillo con la piel hacia abajo), deja que se vaya haciendo durante 3 horas.
Pasadas las 3 horas, reparte la manteca por encima del cochinillo y sube la temperatura del horno a 180º y deja horneando 40 minutos.
Da vuelta el cochinillo, sube el horno a máxima potencia (el mío a 250º) y hornea 30 minutos, riega con el coñac.
Ahora cambia la función del horno a GRILL o GRATINAR y a 250º déjalo unos 15 minutos o hasta que lo veas muy doradito y con la piel MUY CRUJIENTE.
ATENCIÓN: estos tiempos y temperaturas de horneado son los de MI HORNO, pero no existen dos hornos iguales en el mundo, así que muy atento a tu horno, las primeras 3 horas te puedes descansar porque no va a haber cambios sustanciales, pero cuando empezamos a subir la temperatura del horno hay que tener mucho cuidado, sobre todo en los últimos minutos que tenemos el gratinador a mucha temperatura y queremos una piel crujiente pero no quemada.
Una vez finalizado el horneado, corta la primera mitad del cochinillo (manten caliente la segunda mitad dentro del horno apagado) en trozos adecuados y no muy grandes y sirve acompañado de la guarnición.
Frabiconsejos
Si te sobra algún trozo, puedes congelarlo. En el momento de descongelarlo con calentarlo un poco en el horno, parecerá recién hecho.