Mezclar en un bol el queso crema con la nata, mezclar hasta obtener una crema uniforme, continuar añadiendo , la leche condensada y el zumo de limón, batir hasta que la mezcla resulte homogénea.
Cubrir el fondo del molde con galletas, rellenar con trocitos de galletas los huecos vacíos, poner la primera capa de crema y a continuación, poner en cada capa, 4 galletas si usas (como yo) un molde de 15 cm. o con 5 galletas si utilizas un molde de 18 cm. y otra capa de crema, repetir la operación hasta llenar el molde y acabar la crema, en total, tendremos 4 capas de galletas.
Refrigeramos la tarta unas 5 horas o mejor toda la noche.
Al día siguiente desmoldar, rallar piel de limón por toda la superficie, hacer unos pequeños rosetones de nata montada todo alrededor de la tarta y colocar en cada rosetón un trocito de limón y una hoja de menta.
Refrigerar hasta el momento de servir.