Enciende el horno a 200 º con calor abajo y aire.
Limpia los calçots, retirando las capas exteriores (las que tienen más tierra), corta las puntas de las partes verdes y corta también la parte de las raíces pero dejando una parte que ayude a que no se deshaga por ahí.
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A la hora de limpiar los calçots dejaremos 2 o 3 capas de las que veamos aún se noten más duras, esas capas protegerán la parte tierna de los calçots durante el horneado y los retiraremos en el momento de consumirlos.
Disponemos los calçots sobre una bandeja de hornear, espolvoreamos sal y pimienta negra, regamos abundantemente con aceite, cubrimos bien con papel de aluminio.
¿Porqué cubrimos con papel de aluminio? nos permiirá proteger los calçots pero sobre todo, se creará un microclima generando vapor y los calçots se harán mejor y con un resultado más tierno y mucho menos seco que si los hicieramos sin papel de aluminio.
¿Cuánto tiempo los hornearemos? dependiendo de la cantidad que pongamos en la bandeja necesitaremos unos 40 minutos, pero nada mejor que levantar ligeramente una esquinita del papel de aluminio y pinchar uno o dos calçots,si el tenedor entra sin dificultad y notamos su ternura, estarán listos.
Apagamos el horno y dejamos la bandeja unos 10 minutos.
Servimos en bandeja acompañados por la SALSA ROMESCO.