Tritura las galletas y mézclalas con la mantequilla reblandecida, cubre la base del molde con la mezcla, horneamos aproximadamente unos 7-8 minutos a 180º, retira, deja enfriar y reserva.
Relleno: Pesa la nutella y déjala templar un par de minutos en el microondas o a baño maría para que pierda esa solidez que suele tener en invierno aunque esté fuera de la nevera.
Vertemos en un bol o en el vaso de nuestro robot de cocina, el queso con el azúcar y mezclamos a baja velocidad durante unos minutos hasta que se haya integrado totalmente
Incorporamos los huevos uno a uno no añadiendo el siguiente hasta que el anterior se haya integrado.
Agregamos la vainilla y mezclamos
Con la batidora en funcionamiento, añadimos la nutella reblandecida y continuamos batiendo a velocidad lenta.
Agregamos la nata y el yogur poco a poco y seguimos batiendo.
Incorporamos la harina tamizada con la pizca de sal y batimos hasta que consigamos que todos los ingredientes se hayan meclado a satisfacción.
Volcamos la mezcla del relleno en el molde y horneamos los primeros quince minutos a 180º, bajamos la temperatura a 130º y seguimos el horneado durante aproximadamente 70 minutos o hasta que la superficie esté cuajada.
Una vez terminado el horneado, abrimos ligeramente la puerta del horno para que el calor vaya disminuyendo poco a poco (así evitaremos que se agriete la superficie por el contraste de temperatura).
Finalmente retiramos la tarta del horno, la dejamos enfriar totalmente sin desmoldar. Cuando haya pasado más de una hora, desmoldamos y dejamos otro rato en la nevera para conseguir el punto ideal de consistencia.
Ganache: Vierte en un cazo la nata con la miel, cuando alcance el punto de ebullición, apaga el fuego, añade el chocolate, espera un minuto y mezcla hasta obtener una crema homogénea. Deja templar unos diez minutos y vierte sobre la tarta.
Sirve sola o acompañada de frutos rojos.