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Pela las gambas y los langostinos y guarda las cabezas y las pieles. Reserva
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Vierte un par de cucharadas de aceite en una sartén alta u olla baja y añade el puerro cortado en rodajas (sin la parte verde) y las zanahorias cortadas en rodajas. Rehoga a fuego medio-bajo durante unos minutos.
Agrega la salsa de tomate y cuando alcance el punto de ebullición, baja al mínimo y deja cocer durante 15 minutos.
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Añade la cucharada de arroz y el caldo.
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Incorpora las pieles y las cabezas de las gambas y los langostinos y deja cocer unos 25 minutos más.
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Condimenta el rodaballo con sal por fuera y por dentro.
Forra una fuente de horno con papel vegetal y hornea a 180º durante 25 minutos. A mitad de cocción riega con el vino blanco.
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Vierte en una sartén 3 o 4 cucharadas de aceite y añade el diente de ajo picadito y las setas bien limpias y cortadas en dos las más grandes y enteras las más pequeñas. Espolvorea sal y pimienta. Saltea a fuego fuerte durante unos minutos y reserva.
Tritura la salsa de gambas, puedes hacerlo en un robot de cocina o meter el brazo en la batidora dentro de la olla donde has hecho la salsa y triturar.
A continuación pasa la salsa por un chino o por un colador de malla fina.
Vuelve a poner la salsa al fuego y cuando comience a hervir, agrega las gambas y los langostinos, deja 2 o 3 minutos, rectifica de sal y apaga el fuego. Reserva.
Corta el rodaballo en porciones y sírvelo en platos individuales o en una fuente amplia rodeado de las setas y cubierto en su parte central por parte de la salsa de gambas, acompaña el resto de la salsa en salsera.
Sirve bien caliente.