Enciende el horno a 200º con calor arriba y abajo y coloca la rejilla en la segunda guía del horno comenzando a contar desde abajo.
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Despliega la masa de hojaldre y pincha toda la superficie con la punta de un cuchillo o con un tenedor.
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Acomoda la masa dentro del molde, utiliza el papel que trae la masa para evitar que se pegue.
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Encima de la masa, coloca otro papel vegetal y encima de este, legumbres o piedritas de hornear (se venden en tiendas de repostería), con el peso evitaremos que el hojaldre se infle.
Hornea 10 minutos, saca la bandeja del horno, retira el papel con las piedritas o legumbres y hornea 8-10 minutos más o hasta que veas que está ligeramente doradito.
Retira y deja enfriar. (deja el horno encendido)
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Despunta los puerros, córtalos en rodajitas y póchalos ligeramente en una sartén con una pizca de sal. Deja enfriar y reserva.
Pela y corta los tomates, pica el jamón, bate los huevos con la leche y espolvorea un poquito de sal (muy poquito porque el jamón lleva sal) y una pizca de pimienta negra de molinillo. Reserva.
Montaje.
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Cubre la base del pastel con el puerro, a continuación distribuye el jamón.
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Continúa con el tomate.
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Vierte el huevo batido con la leche, espolvorea orégano.
Hornea unos 30 minutos.
Recupera el pastel, espolvorea el queso por encima y hornea 5 minutos más.
Retira el pastel, deja enfriar y sirve.