Corta el romanesco en pequeñas piñas y cuécelas en abundante agua durante 10 o 12 minutos (o al vapor) Cuando esté tierno, escurre el agua, ponlo debajo del grifo de agua fría para que enfríe rápido y así cortar la cocción, vuelve a escurrir y distribuye en una fuente de hornear.
Bechamel de anchoas
Puedes hacerla en la Thermomix siguiendo las instrucciones que te expliqué AQUÍ.
Derrite muy despacio la mantequilla en un cazo, sin dejarla burbujear ni tostarse, añade el aceite.
Retira el cazo del fuego y añade la harina. Vuelve a poner el cazo al fuego y revuelve la mezcla durante 2 minutos hasta que quede suave y ligeramente tostada.
Aparta del fuego el cazo que contiene la harina, añade la leche caliente o fría, (da igual), mezcla vigorosamente para evitar grumos y continúa revolviendo.
Cuando la mezcla esté tersa y bien incorporada, vuelve a poner el cazo al fuego y haz que hierva la salsa moviendo continuamente. Agrega nuez moscada.
Baja el fuego, y deja cocer durante 5-7 minutos más (revolviendo de cuando en vez) para que la harina termine de cocerse. Apaga el fuego.
Con el cazo fuera del fuego, añade las anchoas y tritura.
Cubre el romanesco con la salsa bechamel de anchoas y pon unas lascas de parmesano o cualquier queso que funda y te guste.
Gratina en el horno a 200º durante unos minutos, más o menos hasta que lo veas tostado.