Hacemos las cremas, seguimos las instrucciones del fabricante pero usaremos 2 sobres para 600 ml de leche y le pondremos 3 o 4 cucharadas soperas de azúcar, de este modo quedará espesita.
Repetimos la operación con los otros 600 ml. de leche y una vez que ya la tengamos hecha, le añadimos el cacao, mezclamos y reservamos.
Utilizamos el molde que tengamos, es mejor que sea desmontable para poder presentar la tarta.
Mojamos (apenas) las galletas en leche y cubrimos la base, después crema, después galletas, así hasta terminar y alternando la crema de vainilla con la de chocolate, la última capa siempre ha de ser de galletas.
Cobertura
Ponemos en un cazo a hervir la nata, la miel, cuando alcance el punto de ebullición, apagamos el fuego, añadimos el chocolate troceado y la mantequilla, aguardamos 2 minutos y con unas varillas, mezclamos bien.
Cubrimos la superficie de la tarta con un poco de esta cobertura de chocolate y refrigeramos durante unas horas, (es mejor hacerlo el día anterior. Guardamos el resto de la cobertura.
Recuperamos la tarta, desmoldamos los laterales, la base ni la tocamos por si se rompe, batimos la cobertura que nos había quedado y la batimos, si estuviese demasiado dura podemos ponerla en el micrrondas unos segundos, cubrimos los laterales de la tarta y decoramos como más nos guste.
Servimos.