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Forramos la base del molde con papel vegetal.
Trituramos las galletas (con un robot de cocina o las colocamos en una bolsa de plástico de las que usamos para congelar (son más resistentes) y le pasamos varias veces el rodillo por encima) y las mezclamos con la mantequilla en pomada.
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Vertemos la mezcla de galletas-mantequilla y extendemos.
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Presionamos con el reverso de una cuchara o con el artilugio que suele venir con los aros de emplatar para conseguir compactar la galleta. Refrigeramos mientras preparamos el relleno.
Hacemos el arroz con leche, bien de
modo tradicional o bien
en thermomix.Una vez terminado de hacer, agregamos las hojas de gelatina previamente hidratadas y revolvemos en el arroz con leche caliente hasta que se disuelvan bien, añadimos los yogures y mezclamos.
Recuperamos el molde de la nevera, recubrimos el lateral con un rollo de acetato y vertemos el arroz con leche. Dejamos enfriar y refrigeramos hasta que cuaje que será unas dos horas.
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Una vez cuajado, procedemos a cubrir con las fresas previamente lavadas y escurridas y sin el pedúnculo . Cortamos las fresas y las acomodamos sobre la superficie de la tarta del modo que veamos más armónico.
Preparamos la gelatina de fresas.
IMPORTANTE, el fabricante recomienda utilizar para cada sobre 250 ml + 250 ml de agua, nosotros vamos a utilizar 180 ml + 180 m. de agua para que la gelatina resulte un poquito más consistente ya que albergará las fresas y para ello necesita más cuerpo.
Vertemos con cuidado y mimo la gelatina sobre las fresas, algunas se moverán porque el líquido las hará bailar, pero no debemos preocuparnos por ello, continuamos vertiendo la gelatina de fresas sobre la superficie de la tarta hasta acabar.
Con mucho cuidado hacemos sitio en la nevera y colocamos la tarta para que cuaje. La dejamos entre 4 y 6 horas.
Desmoldamos con suavidad y la pasamos a una fuente o plato.
Decoramos con hojitas de hierbabuena o menta y alguna flor ecológica que tengamos en nuestro jardín.