Remoja los garbanzos entre 5 y 6 horas.
Limpia las cebolletas y el puerro, corta todo por la mitad y cocina con los garbanzos en una olla a presión con agua suficiente para que cubra todo durante una hora a fuego medio, salpimenta. Comprueba que los garbanzos están cocidos o alarga la cocción unos minutos si fuese necesario.
En una olla que tenga cesto para cocer al vapor, vierte la nata, dos cucharones de caldo, los garbanzos (los puedes retirar de la olla a presión con una espumadera), el azafrán, sal y pimienta negra recién molida. Pon el cesto de vapor y coloca los lomos en él. Cuece todo junto entre 3 y 5 minutos.
Comprueba que el bacalao está en su punto y retira. Sube el fuego y con la olla destapada, deja reducir unos minutos a fin de que la salsa espese un poco. Rectifica de sal.
Sirve los lomos de bacalao sobre una cama de garbanzos, la mitad de un huevo cocido en cada plato, rocía con aceite de pimentón y decora con una hojita de perejil y tres gotitas de crema de calabaza.