Os cuento que esta receta es de la gran enciclopedia del chocolate. La textura de la masa del muffin recuerda a la tarta Sacher, también lleva almendra y es bastante compacta, por supuesto lleva chocolate negro. De mi cosecha he puesto esa bomba de relojería que ha sido la cucharada congelada de dulce de leche en el centro de cada muffin, de esa forma aguanta la cocción de la masa en el horno y al comer el muffin lo saborearemos en su punto de sabor natural y cremoso.
El frosting de estos cupcakes no es otra cosa que el ganache de chocolate blanco que he dejado cristalizar y que os explico más abajo.
Os cuento como los hice…
- Para la masa
- – 50 gr. de chocolate negro NESTLÉ postres
- – 80 gr. de mantequilla
- – 5 huevos enteros
- – 75 gr. de miel
- – 125 gr. de azúcar
- – 75 gr. de almendras en polvo
- – 120 gr. de harina
- – 25 gr. de cacao en polvo
- – 8 gr. de levadura o impulsor tipo Royal.
- – 120 gr. de nata
- – Dulce de leche (ver receta AQUÍ)
- Para el frosting de chocolate blanco
- – 325 gr, de chocolate blanco de NESTLÉ postres
- – 20 gr. de miel
- – 125 gr. de nata
- – 35 gr, de mantequilla.
- Para decorar
- – Perlitas de colores.
- – Grosellas, arándanos y frambuesas frescas
- – Minitabletitas de chocolate (receta AQUÍ)
- – Filigranas de chocolate (receta AQUÍ)
- Elaboración.
- – Congela el dulce de leche (la noche anterior)poniendo una cucharadita de dulce de leche en una cubitera del modo que se ve en la foto. Ojo, no llegan a congelarse totalmente por efecto de la composición, pero tienen un nivel de frío que nos servirá.
- – Pica el chocolate y deja derretir suavemente a baño maría o en el microondas (posición descongelado o potencia de 500 W removiendo de cuando en vez). Añade la mantequilla previamente derretida o en punto de pomada .
- – Mezcla en un cuenco con la ayuda de unas varillas o de una batidora que las tenga, los huevos, la miel y el azúcar. Agrega las almendras en polvo, la harina, el caco en polvo y la levadura tamizados juntos.
- – Incorpora la nata y luego el chocolate y la mantequilla derretidos.
- – Rellena los moldes con una manga pastelera o con una cuchara de sacar bolas de helados (tiene la medida casi perfecta) en algo menos de los 2/3 partes del molde. Pon en el centro un “cubito” helado de dulce de leche y hornea a 160º durante 15 minutos. Controla los tiempos de cocción de tu horno por si hubieses de dejarlos un par de minutos más.
Ahora vamos con el frosting de chocolate, veis la textura, uhmmmmmmmmmmm
- Frosting de chocolate blanco
- Elaboración
- – Pica el chocolate y deja derretir al baño maría o en el microondas (posición descongelado o potencia 500W, removiendo de cuando en vez)
- – Añade la mantequilla y revuelve hasta que se integre perfectamente.
- – Pon la nata con la miel en un cazo, lleva a ebullición y apaga el fuego.
- – Vierte lentamente la nata con la miel sobre el chocolate derretido y revuelve haciendo círculos para crear un núcleo elástico y brillante.
- – Deja enfriar a temperatura ambiente y después enfría en el frigorífico un mínimo de 5 horas o toda la noche (yo lo hice la noche anterior) donde adquirirá la consistencia suficiente para poner en una manga…
La decoración ya la vais viendo, os he puesto los enlaces a las recetas de las mini tabletitas de chocolate y a las filigranas, pero ya sabéis, a vuestro gusto y criterio.
Las frutas rojas a mi me encantan, en este caso he utilizado un poco de todo. Yo las compro y las congelo, es bárbaro tener siempre a mano una minifrutita para adornar un flan, un bizcocho, una tarta, un pastel, le da mucha vida un toque de color, eso me parece. Y el corte que os voy a contar, el conjunto es atómico, menos mal que son pequeños y que uno se corta de repetir porque en cada cupcake se condensa un millón de calorías… o mássss. Pero también hay que pensar que si nos comemos un trozo de tarta, de esos trozos generosos que nos ponemos porque el que parte y reparte siempre se lleva la mejor parte, también nos comemos una tonelada de calorías, por lo menos aquí la porción es pequeña. Están riquísimos, os lo digo en serio y al menos yo como no vivo del cuerpo, me parece que es sano un regalo así de cuando en vez.