Con la llegada de la época invernal se incrementa la variedad de platos en la cocina
Sin duda alguna, la llegada de la época invernal siempre supone un punto de inflexión en el conjunto de la sociedad, ya que con su entrada se producen una serie de cambios que afectan a todas las personas, tanto en el ámbito doméstico como en el ámbito laboral. Las rutinas, los abrigos y las calefacciones vuelven a estar a la orden del día, pero no son los únicos elementos que aparecen durante el invierno.
Las recetas de cocina también ocupan un lugar importante en este sentido, y por ello vamos a analizar cuáles son los platos más típicos del invierno, detallando todos los ingredientes que los componen y desgranando los pasos a seguir para calentarse en casa a base de buena comida. Se acabaron los gazpachos andaluces, las ensaladas de verano y la comida rápida y fría, puesto que ahora llega el turno de la cocina de cuchara.
Los callos, los cocidos y las migas son un claro ejemplo de ello; platos con bastantes calorías que ayudan a combatir el frío y a desarrollar la jornada laboral con la máxima energía posible. Saber hacerlos de forma adecuada y acertar con el sabor es complicado, por lo que es conveniente leer las siguientes líneas para obtener más información al respecto.
Además, también recomendamos la lectura de otras ideas de cocina para sorprender a los invitados en la época invernal, como las expuestas en recetas de cocina de ¡HOLA!, donde los usuarios pueden acceder a recetas de cocina fáciles de realizar, que incluso pueden aportar ideas para cocinar otros platos.
¿Cuál es la mejor receta para cocinar en invierno?
Como ya se ha comentado anteriormente, la llegada del invierno implica muchas transformaciones en el conjunto de la sociedad, y uno de los cambios más notables se puede comprobar en las recetas de cocina. Estas varían por completo con respecto a las realizadas en otras épocas del año, y por ello es muy importante saber qué platos ofrecer a los invitados en invierno.
Las calorías juegan un papel fundamental en este aspecto, y lo más habitual es encontrarse con recetas que implican el uso de un plato hondo y cuchara para comer. Platos de la abuela que dirían algunos, pero que sirven para llevar mejor el frío imperante durante la etapa invernal.
Decidirse por una receta u otra es complicado (y depende del gusto de los cocineros e invitados), por lo que a continuación vamos a exponer una serie de platos que se pueden realizar en esta época del año. El primero de ellos son los clásicos callos, los cuáles por lo general son conocidos por su dificultad de elaboración, ya que para prepararlos hay que seguir una serie de pasos que no admiten error. Su cocinado implica la previa limpieza, cocción y deshuesado de los callos, tras lo cual se deben incluir en una olla junto al caldo de verduras o el acompañamiento elegido por la persona.
Una vez cocidos llegará el turno de escurrirlos, para posteriormente incluirlos en una olla que fría los callos junto a otros ingredientes como la cebolla, el ajo, la morcilla, el chorizo o el jamón, que le aportan un gran sabor final. Un plato que implica un tiempo de cocinado de algo más de 2 horas, pero que tras el cual se obtiene un plato genial para consumir en invierno.
La segunda receta a destacar en la época invernal es el conocidísimo cocido madrileño, un plato de elaboración intermedia que se realiza con garbanzos, carnes de cerdo, tocino, huesos de jamón, verduras y agua. Para realizar la receta, tan solo hay que colocar una cazuela grande con cuatro litros de agua, bajo los cuales hay que introducir los ingredientes mencionados a excepción de los garbanzos (se agregan cuando el agua empiece a hervir).
Una vez hierva, tan solo habrá que esperar a la cocción del plato a fuego lento durante tres horas o más, hasta que finalmente los garbanzos estén tiernos. Veinte minutos antes finalizar el plato, hay que incluir las patatas peladas y cortadas por la mitad, además de comprobar la cantidad de sal que tiene la receta (por si hubiera que añadir más).
Dos recetas ideales para el invierno que requieren experiencia en la cocina, pero que pueden ser llevadas a cabo por cualquier persona que ponga algo de interés en la realización de los platos.