Por otra parte, os cuento que éste es un plato que me encanta, su simplicidad no lo hace menos sabroso a mis ojos, la salsita le da un tremendo puntazo de sabor aunque a simple vista no se perciba..
– 50 gr. de cabrales u otro queso azul
– 12 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
– 6 cucharadas soperas de vinagre de sidra.
– 8 cogollos de lechuga frescos
– 4 pechugas de pollo o pavo (entre 150 y 180 gr. cada una) –
100 gr. de cebolla muy picada.
– Aceite de oliva virgen extra
– Sal y pimienta
En primer lugar hacemos la vinagreta para aliñar los cogollos.
– Introducimos en el vaso de la batidora el queso, el aceite de oliva, el vinagre y la sal y trituramos todo a fin de conseguir una textura cremosa. Dejamos emulsionar y reservamos.
– Limpiamos los cogollos eliminando la base leñosa y las hojas exteriores y cortamos en cuartos y los introducimos en abundante agua con unas gotas de vinagre o de lejía. Una vez limpios los escurrimos y secamos con papel de cocina.
– Rociamos los cogollos con la vinagreta de queso y dejamos que se empapen durante unos minutos. Reservar.
Pechugas – Sazonamos las pechugas por ambas caras y las ponemos a fuego fuerte en una sartén con unas gotas de aceite de oliva virgen extra. Hacemos las pechugas vuelta y vuelta, bien tostadas.
Dependiendo el grosor estarán más o menos tiempo, pero necesitaremos al menos dos minutos por cada lado.
Tomate Hassellback lo podéis ver AQUÍ.