Poner el tomate concentrado en una cubitera  no es el descubrimiento del siglo ni el gran hallazgo de la cocina mundial pero a mí me resulta de tanta utilidad en la cocina diaria que quiero compartirlo con vosotros.

Hace años que descubrí el “tomate concentrado” me gusta mucho  porque aporta color, sabor y consistencia a las recetas. Se adaptan a tiempos de cocción largos como la salsa boloñesa, los estofados, arroces o los guisos y queda delicioso. Pero para mí tiene un problema y es que si no lo consumes pronto aunque lo guardes en la nevera, se estropea y yo no hago guisos a diario, así que se me ocurrio poner el tomate concentrado en una cubitera,

y a continuación, al congelador. Una vez congelados se desmoldan, se guardan en una bolsa apta para congelación. Cuando los quieras usar pones directamente un cubito en el guiso.

Y tenemos listo porciones de tomate concentrado en cualquier momento sin tener que andar perdiendo tiempo ni tirando botes a mediados que se nos estropean por falta de uso.

El tomate concentrado suele estar en las estanterías de las salsa de tomates de los supermercados y suele venir en botes pequeños. Yo conseguí un bote de 750 g en MAKRO pero suelo comprarlos siempre más pequeños porque entre otras cosas tampoco se puede escoger el tamaño, son todos más o menos igual, pero aunque sean pequeños, a mí se me estropeaban igualmente porque se debe poner muy poca cantidad.

El mismo truco utilizo para la pulpa de pimiento choricero o de ñora. Otra cosa que no utilizo tanto pero que me encanta poner a los guisos son los pimientos rojos y verdes, en este caso los congelo en crudo y en tiras, me resulta muy fácil sacar del congelador 2 o 3 tiras de pimientos para añadir a una tortilla, a un arroz o a un guiso con solo ponerlo debajo del grifo ya se descongela al instante y se puede cortar o picar como queramos. De otra manera nunca gastaba los pimientos enteros antes de que se me estropearan, con lo cual, me parece una solución óptima, práctica y muy cómoda.

Espero que os hayan servido mis truquis.

A disfrutar

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  1. José Moreno

    Bueno, no es nada nuevo pero siempre se agradece que haya alguien que nos lo recuerde, y además.., estoy seguro que muchísima gente no repara normalmente en estos asuntos, que yo siempre llamé logística casera. En mi casa siempre tiene que haber un arcón congelador, no es suficiente con el del frigo. Lo mismo ocurre con las salazones. Y con los encurtidos, las conservas… Jó!… Si yo hubiese nacido rico, anexo a mi casa construiría una “superficie comercial casera” donde “ir a aprovisionarse cada día al levantarme… Llamarme “snob…” Por cierto, creo que hay una errata en su texto, donde dice: -“Una vez descongelados se desmoldan” creo que debe decir: -Una vez congelados se desmoldan” Un saludo, Soy un seguidor silencioso habitual de su buen quehacer….

    • Muchas gracias por su visita y por sus palabras.Coincido en que también me gustaría tener un espacio contiguo a mi casa bien, bien grande, jajjajaja. Corrijo el texto, gracias por avisarme. un saludo afectuoso

  2. Natividad de Pinto Torrejón

    Yo hago lo mismo con el pimiento choricero.
    Tenía q tirarlo pq se me estropeada.
    Es un buen ahorro.
    Gracias fabrisa.

  3. Concha Signes

    Hola Fabrisa!. He descubierto tu blog por casualidad, me gusta tu cocina y te he enlazado en el mío para seguirte. Yo también hace tiempo que descubrí el tomate este que mencionas (ventajas de haber emparentado con Italianos), así que agradezco muchísimo tu truco y lo seguiré.
    Un abrazo.

  4. Es una buena idea. Yo hago lo mismo con la carne de pimiento choricero. Tengo en el congelador cubitos de tomate concentrado y de pimiento. Siempre vienen bien para algun arroz o cualquier pollo carne en salsa. Un saludo.

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