Esta receta es muy original, no sólo en su apariencia, también en su sabor. Es imprescindible el conjunto, el frosting le da un toque fresco y la dulzura de la que carece el bizcocho. La cerveza le aporta a la miga densidad y humedad. Una pareja de las que no abundan, es perfecta en su resultado final.
Ideal para los que no les gusta excesivamente el dulce, es una mezcla que considero extraordinaria, os va a sorprender porque tiene un sabor muy peculiar que entusiasma, os lo aseguro.
La receta es de Nigella Lawson aunque yo la he presentado en molde individuales.
Receta
- Ingredientes (9 mini cakes) (o para un molde grande de 20-22 cm)
- – 250 ml. de cerveza Guinnes
- 250 gr. de mantequilla
- 75 gr. de cacao en polvo (yo utilicé VALOR)
- 400 gr. de azúcar
- 150 gr. de Creme Fraiche (yo puse yogur griego)
- 2 huevos grandes – 1 cucharada sopera de extracto de vainilla
- 275 gr. de harina de repostería.
- 2 cucharaditas y media de bicarbonato.
- Para la cobertura.
- 300 gr. de queso cremoso (tipo Philadelphia)
- – 150 gr. de azúcar glas.
- – 250 gr. de nata para montar (35% materia grasa)
- Elaboración.
- – Precalentamos el horno a 180º.
- – Tamizamos la harina con el bicarbonato. Reservamos.
- – Ponemos la cerveza y la mantequilla en una olla a fuego medio hasta que se funda la mantequilla. Dejamos templar unos diez minutos.
- – Volcamos el líquido en el vaso del robot de cocina (o lo hacemos manualmente con unas varillas) y vamos añadiendo el cacao y el azúcar, batimos.
- – Agregamos el yogur griego o la Creme Fraiche, continuamos batiendo e incorporamos uno a uno los huevos, no añadiendo el siguiente hasta que el primero se haya integrado totalmente.
- – Por último comenzamos a añadir la harina por tandas, primero un poco y batimos, después otro poco y continuamos batiendo, así hasta finalizar.
- – Rellenamos los moldes individuales y horneamos aproximadamente 20-25 minutos o hasta que pinchando con una brocheta, ésta salga limpia.
- – Dejamos en los moldes unos diez minutos y desmoldamos sobre una rejilla para que enfríen.
- Cobertura
- – Montamos la nata (debe estar muy fría para que monte bien) con parte del azúcar glas (puede ser 2 cucharadas). Reservamos.
- – Mezclamos la crema de queso con el resto del azúcar glas y añadimos la nata montada en movimientos envolventes, con suavidad y mimo.
- Refrigeramos un rato para que recobre la temperatura que perdió durante la elaboración, debe estar muy fría.
- Montaje
- – Para conseguir un efecto parecido al de una cerveza negra Guinnes debemos poner el frosting de queso imitando la espuma sobre el bizcocho negro que asemeja la propia cerveza, para ello me ayudé de una manga pastelera de boca ancha.
- Os animo a probar esta mezcla de sabores que no os dejará indiferentes.
- A disfrutar!
- Puedes ver otros postres individuales pinchando AQUÍ
LAURA
Holaaa.
Esta receta serían las mismas cantidades para hacerlo en un único molde de 20 cm de diámetro??
frabisa
te contesté a tu correo!! espero tu confirmación