Si me encanta visitar los monumentos de los lugares a los que viajo no es menos cierto que el bullicio de sus ferias es algo que me fascina. Ver los cestones llenos de frutas variadas, los vendedores y vendedoras a veces a voz en grito invitando al paseante a detenerse en sus puestos, el bullicio, los olores,  es algo que me resulta apasionante. Tengo que reconocer que salvo pequeñas cuestiones, todas las ferias que he visitado en distintos países tienen mucho en común.

La feria de que os quiero enseñar hoy se celebra el primer y tercer domingo de cada mes en Paiosaco, un pequeño pueblo de la provincia de A Coruña (Galicia-España) a más o menos 20 km. de la ciudad en la que vivo, A Coruña.
Esta feria es un punto de encuentro del comercio comarcal y es una de las más importantes y concurridas de Galicia.
A ella acuden un elevado número de vendedores ambulantes, no sólo de los alrededores, también de otros lugares de Galicia que ofrecen a los numerosos visitantes una gran diversidad de productos: calzado, ropa, objetos decorativos y productos alimenticios como carnes, pan, quesos, verdura y huevos caseros.

Carne de cerdo salado para el rico cocido de invierno
El principal motor de la feria lo constituye la comercialización de los productos del campo cosechados en la zona, una verdadera delicia de aspecto, de sabor y aroma. Debéis pensar que los productos que allí se venden se han recolectado en algunos casos el mismo día o la tarde anterior y eso se nota muchísimo con respecto a los que se venden en las grandes superficies comerciales donde las cámaras frigoríficas se llevan por delante gran parte de sabor de los productos.
Toneladas de castañas gallegas
Regatear es universal y aquí no es una excepción, hay que hacerlo, es obligatorio y tampoco necesitas un máster, sólo que si te piden 10, has de ofrecer como máximo 7, a lo mejor te lo dejan en 8 o en 9, pero siempre habrá rebaja. El regateo en las ferias forma parte de la ceremonia de la visita. Yo ya me he acostumbrado, aunque al principio reconozco que me costó, ahora regateo hasta cuando voy a Francia y ¡¡sin saber hablar francés que tiene más mérito!!

¡Grelos! una verdura típica de Galicia que se utiliza para caldo gallego, también en el cocido y en el típico lacón on grelos

Nueces a montones y no son las de California, sin que se ofenda nadie, éstas son mucho más ricas.

Más carne salada para los cocidos y ricos caldos de invierno

Patatas gallegas, no lo dudéis, las más ricas del mundo, el que llueva tanto en Galicia tiene estas compensaciones.

Una buena fuente de chicharrones que son carne de cerdo cocida con sal y prensada. Se comen como fiambre, ricos y calóricos y con ese pan, para que os cuento.

Chorizos hechos de forma artesanal y ahumados con leña de casa.
Una caja así me llevé para casa, ¡una maravilla!

Muchos somos los que vamos a aprovisionarnos de patatas (si compras una caja con unos 12 o 13 kilos, te lo llevan los vendedores en un carrito al maletero del coche) fruta, verdura, huevos, quesos artesanales, miel, todo está tan bueno y tan rico que es una maravilla. Cuando voy de regreso hacia mi casa en A Coruña no os podéis imaginar como huele todo el coche, uhmmmmmm, impresionante de rico.

Más carne salada y ésta tiene un sabor que no se puede explicar, una auténtica delicia.

Más grelos de las aldeas gallegas


¿Sabéis cómo le llaman a estos repollos? Repolo de AQUÍ, jajjajaja, parece un chiste, pero es así.

Una sóla yema de estos huevos da un color impresionante a cualquier elaboración y la tortilla de patatas se convierte en un manjar con sólo llevarlos.

Puesto vendiendo miel y orujos de sabores. Todo elaborado de forma artesanal en las casas de los propios vendedores.

“Fabas para o caldo”, así las cantan los vendedores. La producción en Galicia es tan abundante que las venden en grandes cantidades a nuestros vecinos los asturianos para que elaboren su célebre fabada asturiana.

Aquí no hay básculas digitales ni guantes para servir el producto, todo es muy rústico y eso también forma parte del encanto.

¿Véis que verdura?

Estas manzanas no saben lo que es una cámara frigorífica, cuando pones un par en el frutero, perfuma toda la casa.

Más castañas que para eso estamos en la época, yo me llevé ¡¡3 kilos!!


¿Me pregunté qué haría una chica francesa vendiendo quesos franceses en una aldea gallega?

Estos pollos y gallinas de casa no estan para llevarse como animal de compañía. Claro que no me quiero imaginar comprando uno, matándolo en mi piso  y desplumándolo. Y además ¿cómo lo mataría? ¿cortándole la cabeza? ¿y si no acierto a la primera? aghhhhhhhhhhhhh, ¡¡qué horror!!

Me parecieron tan bonitas estas calabazas que dudé en llevarme algunas para decorar alguna receta que  las tuviese como ingrediente, al final, las dejé y después ¡¡me arrepentí!!

Habas de distintos tipos

Así esperan los vendedores, sentaditos en sillas plegables.

Me sorprende este puesto con tantos aperos de montar a caballo, no soy consciente de que haya aquí tanta afición. Después pensé que hace unos años, Amancio Ortega (dueño de ZARA) ha construido CASAS NOVAS, unas impresionantes instalaciones hípicas y quedan allí, muy cerquita a apenas diez kilómetros. ¿Sabéis que Amancio Ortega empezó su imperio y mantiene el núcleo central de su empresa en Arteixo, a 10 km de A Coruña?

Que rico ¿verdad? no sabe lo que le espera
Este sí que le soplaron el motivo de que lo hubiesen sacado de paseo y quiso largarse con viento fresco.
otras que terminarán en la olla, es más, seguro que ya han servido algún plato

La feria también sirve como acto social y de esparcimiento  de los habitantes de las aldeas cercanas, en algunos casos será la única salida de domingo para ellos. La feria no estará rematada hasta que después de realizar la compra se degusten  las tradicionales tapas de callos y pulpo que se sirven en los numerosos establecimientos hosteleros .

Espero que os haya gustado este paseo y que hayáis disfrutado de las imágenes!

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