APERITIVOS, ¡CINCO en un plato!

Los aperitivos son imprescindibles en una cena o comida de fiesta, el prólogo de una velada especial, aquello que anticipa a nuestros comensales el banquete que les aguarda.

Pequeños bocados, delicados y sabrosos que no deben empachar pero si sorprender, con una presentación cuidada que enamoren a primera vista.

Sólo debes organizarte los días previos y tener todo a punto para montarlos el mismo día, no tienen otra dificultad que el que te decidas a hacerlos, si yo puedo, tú también.

Estos bocaditos están compuestos de una tosta cubierta de mermelada de tomate y rollitos de salmón ahumado rellenos de cebolla confitada, cubiertos con una minicucharada de queso crema y  una frambuesa coronando los mismos.

Esa salsa de ese verde que enamora es una salsa de manzanas de BORGES que me fascina y que con ese toque dulzón le queda soberbio, la podéis conseguir en grandes supermercados.

Estas bombitas están hecha con la misma masa que los profiteroles  en tamaño bocado. El relleno está compuesto por una mezcla de queso crema y tartar de algas de PORTOMUIÑOS . El tartar tiene un sabor con personalidad, fuerte, rico, contundente y por eso para el contrapunto la salsa que acompañó a este bocadito no podía menos que ser dulce-dulcita y utilice coulis de fresas.

Frabiconsejo: Si no consigues el tartar puedes combinarlo con anchoas. Los raviolis de jamón están rellenos con crema de queso y un dátil y ligeramente cubiertos con salsa de frambuesa. IMPRESIONANTE  de bueno. ¿Os imagináis la mezcla al morder un bocado? La salsa de frambuesa la compré hecha. Estos cestitos son muy fáciles, doblas la mitad de una hoja de masa philo, antes en cada pliegue lo pintas con un pincel y aceite de oliva y horneas entre 8 y 10 minutos a 170º, dejas enfriar y rellenas. El relleno puede ser una mezcla de  80 g queso crema, 3 o 4 alcaparras y 100 g de salmón, trituras y listo (puedes poner otro relleno que te guste), decoras con un chorrito de vinagre de módena y un trocito de naranjas confitadas.  Los cestos los hornee solos en una bandeja de madalenas, durante 20 minutos a una temperatura de 160º o 170º. Hay que controlar el horno porque si bien es estupendo que queden crujientes hay peligro de que se quemen si nos pasamos un poco. Se pueden tener hechos con horas de antelación, mientras no se rellenen no hay peligro de que ablanden.. No obstante no es conveniente rellenarlos hasta última hora para evitar que pierdan su punto crujiente al humedecerse.

(El vasito, es plástico aunque parece cristal y lo compré en CASA a un precio muy razonable que ya di al olvido, seguro que por poco interesante)

Por supuesto, admiten muchas posibilidades en cuanto a rellenos y presentaciones, confío totalmente en vuestro exquisito gusto.

La presentación como veis es sencilla, incluso minimalista me atrevería a decir, en este caso los propios aperitivos llenos de color provocan un efecto sorpresa  cuando se sirven.

No los servi en bandejas, preferí ponerlos directamente en los platos, no tenía ningún interés por que nadie repitiese, es un aperitivo, por tanto después hay más platos y postre, no es mi intención que mis invitados queden saciados con el primer plato.

Podéis ver otros aperitivos publicados en este blog.

A disfrutar