Pain aux chocolat – Napolitanas de Chocolate

Hoy vamos a hacer en casa, “Napolitanas de chocolate”.

Disfrutar del hogar,  encender el horno,  amasar y  preparar ricos y suculentos desayunos  y meriendas con que alegrarnos es una de las actividades más relajantes, divertidas y productivas que podemos hacer. .

Este tipo de masas sólo las hago el fin de semana que es cuando tengo tiempo, muchas veces empiezo el sábado y entre levados y estirados me da el domingo, sin embargo no estoy todo el tiempo a ello, mientras,  hago otras cosas, no me resulta pesado. Lo que más me fascina es cuando llega el momento de hornear, el aroma que invade mi casa y si además llueve, ya me parece la bomba del planazo. Y pocas cosas pueden compararse como comer un bollo hecho por ti mism@ recién salido del horno, bueno, sí, también ver la carita de los tuyos cuando suspiran a cada bocado.

Los cruasanes, los  croissants rellenos de almendras y el Pain aux Chocolat o las conocidas como Napolitanas, son los bollos que más compro cuando estoy de vacaciones en Francia, me encantan. Este verano pasado no he sido muy afortunada en la Bretaña con la elección de los croissants de almendras, los compré en varias patisseries de lugares diferentes y todas tenían un denominador común, demasiada mantequilla,  estaban como aplastados, supongo que el peso de la grasa. Fue el primer año que pude criticarles los bollos, siempre me parecen riquísimos y podéis creer que no cejé en el empeño de buscar una pastelería que los tuviese ricos, me parecía imposible que en todas estuvieran tan mal, es como si se hubiesen pasado la receta, bueno en honor a los bretones tengo que decir que sus mejillones tienen muchísimo sabor.

Como los croissants rellenos de almendras ya los he publicado, ahora tocaba intentar hacer las napolitanas de chocolate y a ello me puse. Estoy segura que os parece larga la receta y laboriosa, eso mismo pensé cuando hice por primera vez este tipo de masa, pero os aseguro que es fácil de hacer y cuando la hagáis unas cuantas veces ya será rutina. Con esta misma masa podéis hacer un montón de bollos diferentes que ya os iré diciendo.

Cuando hago esta masa duplico las cantidades y congelo la mitad, así en el plazo de 2 o 3 semanas la saco del congelador, la dejo a temperatura ambiente durante una hora y tengo lista la masa para otros bollos.

Que no os de pereza, se aprende a cocinar, cocinando, como en cualquier otro oficio, la práctica es lo que nos enseña, así he aprendido yo y sigo aprendiendo.

• Ingredientes 14 unidades
• – 20 gr. de levadura fresca
• – 500 gr. de harina de fuerza
• – 10 gr. de sal
• – 50 gr. de azúcar común
• – 55 gr. de huevo (peso sin cáscara) equivale apróx. a un huevo grande.
• – 125 gr. de leche entera fría
• – 125 gr. de agua
• – 250 gr. de mantequilla fría.
• – 14 barritas de chocolate (70% cacao)

Elaboración

1- Vierte la harina en un cuenco, añade la levadura fresca desmenuzada, mezcla ligeramente y añade la sal y el azúcar.

2- Incorpora el huevo, el agua y la leche y mézcla ayudándote de una rasqueta.

3- Cuando la masa comience a formarse, vuélcala sobre la superficie de trabajo con la rasqueta.

4- Trabaja la masa durante cuatro minutos, forma una bola, corta una cruz en la superficie y colócala en un cuenco enharinado.

5- Déjala reposar un mínimo de dos horas, puede ser cinco horas o dejarla toda la noche en la nevera.

6- Recupera la masa, enharina ligeramente la superficie de trabajo y  siguiendo la forma en cruz natural de la masa,  la extiendes desde el centro hacia las cuatro puntas.

7- Pesa la mantequilla, colócala sobre un film transparente con tamaño suficiente para cubrirla.

8- Golpea con el rodillo con pequeños golpecitos  el paquete de mantequilla sobre el film transparente para aplanarla hasta que tenga un grosor de apróx. un cm de grosor. Deberá ser lo bastante grande como para cubrir toda la parte central de la masa que hemos estirado en cruz.

9- Retira el film transparente de la mantequilla y colócala encima de la masa estirada.

10- Toma cada una de las cuatro puntas de la masa y colócalas sobre el centro de la masa..

11- Extiende la masa con el rodillo girándolo sólo a lo largo hasta obtener un rectángulo de unos 60 cm. de ancho. Intenta toca la masa lo menos posible para no calentar la mantequilla.

12- Cada vez que pases el rodillo suavemente sobre la masa, levántala un poco para evitar que se pegue. 13- Dobla un tercio de la masa hacía la parte central de rectángulo y el otro tercio sobre la ya doblada hasta obtener la forma que ves en la fotografía.

14- Coloca la masa en una tabla, fuente o similar, cúbrela con una bolsa de plástico apta para congelar, déjala abierta y en reposo en la nevera durante 30 minutos apróximadamente.

15- Saca la masa de la nevera y colócala sobre la superficie de trabajo ligeramente enharinada, con los lados cortos en paralelo a ti. Gira el rodillo suavemente a lo largo como antes, vuelve a doblar como ves en la foto.cúbrela con una bolsa de plástico apta para congelar, déjala abierta y en reposo en la nevera durante 30 minutos apróximadamente.

16 – Repite el paso anterior una vez más.

17- Extiende la masa en un rectángulo de unos 30 x 70 cm) en dos franjas.

18- Corta 7 rectángulos de unos 10 cm cada uno.

19- Colóca un barrita de chocolate en sobre el rectángulo a unos 2 cm. del extremo izquierdo.

20- Dobla el borde de la masa sobre el chocolate y vuelve a doblar otra vez, presionando los bordes hasta sellarlos bien.

21- Déjalos con la parte de la unión hacia abajo y colócalos sobre la placa de hornear (cubierta con papel vegetal) para que leven durante un mínimo de dos horas en un lugar abrigado alejado de corrientes. No tengas prisa en este paso, si es invierno a lo mejor necesitas una hora más, es importante un buen levado para que la mantequilla se mantenga en su sitio y nos proporcione un buen hojaldrado.

22- Cuando estén levados, vuelve a pintarlos una vez más con huevo batido y hornea en horno precalentado a 210º durante ocho  minutos, baja la temperatura a 180º y hornea doce minutos más o hasta que los veas doraditos.

23- Déjalos enfríar sobre una rejilla.

Frabiconsejos: Una vez formados los bollos puedes congelarlos y cuando los quieras hornear los sacas del congelador y continúas el paso de dejarlos levar durante unas dos horas como mínimo.

Están más ricos cuando no están totalmente fríos y el chocolate aún se mantiene ligeramente cremoso.

 

Si te han sobrado y quieres mantener esa temperatura templada de bollo recién hecho los puedes poner cinco minutos en el horno a 160º o un minuto en el microondas en función descongelar.

También puedes recubrirlas con con una cobertura ligera de chocolate.

También los puedes congelar envueltos en film transparente después de enfriar.

Espero que los disfrutes.