Si había algo que tenía muchas ganas de hacer pero nunca encontraba el momento, eran los huevos poché, me parecen no sólo sanos, sino preciosos, esa yema cayendo siempre me sugiere una imágen llena de sensualidad ¿no os parece?
Son muy fáciles de hacer, pero como una imágen vale más que mil palabras os he fotografiado el paso a paso.
Primero forramos una taza con papel film, volcamos con cuidado el huevo dentro, lo sazonamos y si queremos ponerle alguna hierba aromática o incluso trufa rallada, ahora es el momento y cerramos el paquetito atándolo bien fuerte con hilo de cocina.
Ponemos a agua al fuego en una olla y cuando comience a hervir, incorporamos con cuidado nuestro paquetito con el huevo, dejamos 3 minutos y si nos gusta más cocido, añadimos un minuto más a la cocción.
Yo puse un aro como veis dentro de la olla para que el huevo conservase la yema en el centro y la forma más redondita.
Y ya está, existen múltiples utilidades para el huevo poché, con verduras, pasta, patatas, etc. etc. y queda, divino.
Frabitruco: Si mojáis apenas con los dedos o un pincel mojado en aceite el papel film en el que depositaréis el huevo, luego será mucho más fácil de despegar.
¡Espero que os haya servido!