Presentar una Tabla de quesos y sus acompañamientos es tan sencillo como complejo porque hay una serie de cuestiones a tener en cuenta.

No es lo mismo plantear la tabla como parte de un picoteo que ponerla como aperitivo de una comida o cena. También debemos valorar lo que viene después , es decir, el menú  en general y en particular si el plato principal es contundente no conviene saturar con abundantes quesos.

Me gusta poner esta tabla con otras bandejas de aperitivos y cierto es que tiene mucha aceptación.

Otra opción es que podemos servir la tabla de quesos como postre y quizás entonces minorar la cantidad y calcular unos 70 u 80 g por comensal.

¿Qué selección de quesos servimos? Hay muchísima variedad y las posibilidades infinitas, así que mejor nos decantamos por nuestro gutro y criterio personal intentando variar las clases de quesos a servir pero yo siempre aconsejo que lo  mejor es dejarse asesorar en una tienda de quesos, nadie mejor para aconsejarnos que quesos poner. Lo mínimo es servir 5 clases diferentes de quesos y si pusiéramos 8, ya estaría muy bien.

No podemos olvidarnos de que los quesos no pueden estar recién salidos de la nevera, debemos atemperarlos y tenerlos fuera de la nevera un rato antes de servirlos. Tendremos en cuenta que ese “rato” depende de la temperatura que haya en cada cocina y en la época del año en el que estemos.

Cortamos trozos pequeños o lascas, cada queso requiere un corte diferente, nos adaptamos a los quesos que tengamos.

Acompañamos la tabla con frutos secos (nueces, avellanas, etc.) calabaza confitada, membrillo, compotas o mermeladas variadas, y frutas frescas  dulces y ácidas que den un buen contrapunto no pudiendo faltar un buen racimo de uvas que coronen la tabla.

¿Ponemos pan con una tabla de quesos? sí, sería estupendo servir con una panera al lado repleta de panes dulces, aromáticos, de nueces y uvas, de centeno, de galletas cracker, de tostadas de semillas, en definitiva, panes variados que hagan honor a esa tabla de quesos.

Para servir escogeremos una tabla bonita, bien conservada y agradable para cubrir de manjares y sacar a la mesa. Si no pudieses encontrar algo así, la pizarra también resulta adecuada o cualquier tabla de mármol o piedra.

A disfrutar!

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